febrero 15, 2008

Suicidas de 50 céntimos


Me incomoda un poco esas opiniones reduccionistas y peyorativas sobre los suicidas del amor. Y ni siquiera estoy hablando de los suicidas de novelas, de grandes poetas, de las míticas leyendas urbanas o rurales que llegaron a tus oídos. No, hablo de los suicidas que salen en el diario Trome. Sí, de esos: los del alcohol de tres soles, la cuerda sucia y el cable chueco atizado en carbón; los de las sábanas de hostales, la ropa interior hueca y la caca de cucaracha. Yo les concidero de un valor no deleznable y merecedores de mi respeto y ahora mi tributo a través de estas líneas.

De arranque planteo esto. Ellos tuvieron el valor de matarse, que no es nada fácil tomar esa decisión. Pues es bien sabido que hasta en el último instante el más determinado dudó. La conservación de la vida, quizás, el complot de las células para abortar la destrucción, tal vez. Lo cierto es que cuesta. Ahora bien, ayuda mucho el que le des vuelta a unas botellas del alcohol o te metas por la nariz algo, supongo; pero igual, ¡te vas a matar!, y requieres empuñar muy fuerte y templada el arma escogida.

Otra cuestión: ¿cuántos hay en la vida que se pasaron sin hacer nada importante, que vivieron sin pena ni gloria, que fermentaron entre el montón de la chusma mirando televisión y muertos algún bendito día de un ataque al corazón de tanto chocolate y cerdo que se tragaron? Al menos, se me ocurre, estas personas hicieron algo que valió la pena comentar a nivel nacional. Al menos, ellos imprimieron sus nombres en la tinta de un periódico para miles de personas, al menos, ellos asistieron (¿?) a una fama pírrica. Oiga, usted, pero se trata de un pasquín de 50 céntimos, ¿qué está hablando?, no sea peliculero. ¡Así sea!, ¡Así sea!, así sea... La abandonada e inerte pluma supo lo que era volar por ella misma y al caer cuánto se lo envidió el atento saltojo.

Pero bueno, lo primordial es conceder, creo yo, el justo homenaje a estas personas. Si el amor es la entrega al otro, ¿qué queda más allá de la entrega de la vida por él?, ¿qué hay más valioso que el derramar la sangre en ofrenda? Ese acto loco e incomprendido, sí, enfermo, en estos casos, quizás burdo, pero no menos apartado de la esencia: el abandono del ser por el ser. Una decisión importante, queridos amigos.


Tres se suicidan en 'Día del amor'

Tres jóvenes escogieron el 'Día de los enamorados' para suicidarse en diferentes puntos de Lima. Nicolás Huánuco Malqui (23) se ahorcó, al parecer deprimido por una decepción amorosa en su casa del jirón Los Lirios, Mz-K, lote 14, Villa Emilia, en Mi Perú, Ventanilla.
José Luis Espino (33) se colgó en su vivienda del jirón Huanchihuayla 127, en San Gregorio, Huachipa.
En Villa El Salvador, Jimmy Reyes Gallardo (30) se ahorcó con un alambre en su domicilio de la avenida Salvador Allende. (Diario Trome, 15 de febrero 2008).

Foto: "Hombre mirando al sudeste" de Subiela.

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