agosto 12, 2009

Anotaciones mínimas



¿Por qué?


Durante años me he jactado de conservar a los libros sin anotaciones de ningún tipo sobre sus páginas. Inmaculados. Casi he mirado con cierto desdén a quienes le hacen algún tipo de inscripción. Yo no.

Y ¿por qué?: ¿desde cuándo he adquirido esa costumbre, y qué tan firmes son las razones que la sustentan?... Pensaba quizás:

-No puedo atacar a los libros. Tienen un valor como objeto en sí. Más allá del contenido: su tamaño, su grosor, su textura, ¡ah, su olor!... su olor... su olor... Tengo que conservarlos con la delicadeza de tesoros que he ido conquistando. ¿Cómo meterles el puñal de una pluma?, ¿cómo estigmatizarlos con la tinta o el carbón?

-Supongo que alguien tendrá mis libros algún día. Cuando ya no esté. No le quiero dejar la molestia de tener que leer sobre marcas. Qué falta de amabilidad la mía.

¡Al demonio con todo esto!

Ayer cambié. He llenado de trazos azules y verdes "Una muerte muy dulce" de Simone de Beauvoir. Azul para subrayar frases y hacer comentarios al margen y verde para capturar palabras. No estoy maltratando el libro: le estoy adhiriendo mayor valor; ahora sí estoy componiendo verdaderos objetos vivos, y tendrán mi esencia, lo que yo he dejado en ellos. Quien sepa leerlos, agradecerá que les haya puesto una idea siempre generosa...

Aunque finalmente hago esto por mí. Por nadie más. Ya lo había planeado desde hace varios días atrás; compré la caja de colores en una tienda con ofertas por temporada escolar. Cuando llegué a la última página hasta me animé a realizar un dibujo: era yo echado en la cama, aferrado al mismo libro. Retrato de la posesión. ¿Alguien podría pintarme a la vez?

Luego me acosté y soñé con estas escaleras:



Relatividad, M.C. Escher

3 comentarios:

La Maquinista Yey★ dijo...

Fredy, yo hacía eso hace tiempo, subrayaba las ideas mas intersantes de los textos, que curioso tu comenzaste a hacerlo y yo culmine con esa costumbre!

Pero al carajo todo! siempre es bueno cambiar!!! Me agrado como llevaste esas emociones al texto, a las palabras escritas!!!

Me encantó ese AL DIABLO!!!

Un beso

Manu Ureste dijo...

Ah, pues eso te iba a decir compadre. A mí me encanta 'marcar' mis libros. Desde la escuela ya lo hacía. Líneas y líneas enteras subrayadas en azul, negro, rojo, verde... De todos los colores. Remarcando una idea, una frase que me había gustado, o algo que, por el contrario, me resultaba absurdo. De hecho, tenía un profesor en la Uni (el tipo era una 'máquina' de tanto que sabía el jijo de la...) que siempre nos decía que teníamos que 'machacar' los libros. Exprimirlos. Saborearlos. Que un libro sin una anotación o un subrayado del carboncillo de la pluma, no era libro ni era nada.

Así que a mí me encanta subrayar mis libros. Dejarles mi impronta. Es más, lo primero que hago cuando compro uno es ponerle la fecha, el lugar donde lo compré, la hora, y mi nombre. Y lo mismo cuando lo termino: fecha, lugar... etcétera.

No sé, supongo que será como una forma de intentar mantener impregnada la esencia de ese preciso momento que estoy viviendo en las páginas de una buena novela.

Un saludo, peruano. Y sí, estuvo poca madre ese 'Al Diablo'!!! jajaja

Manu
VPC

Fernando dijo...

Yey: si, acabo de comenzar... y alabados sean los cambios.
Manuel: me gustó la dedicatoria que le pusiste a Trafalgar, ahí invadiendo el nombre mismo del libro, mezclandose entre la portada interior tus palabras...