diciembre 18, 2007

La traición de Wong


Estoy por depositar la carta a Papa Noel que ha escrito mi hermana pequeña para el sorteo por Navidad de Wong. Una niña se acerca y le explico que tiene que depositar el original en la boca del muñeco y quedarse con la copia. Lo sé porque he leído atentamente las instrucciones. Lo sé porque soy cliente de Wong por algunos años. Lo sé porque prefiero ir a comprar a Wong que queda a siete cuadras de mi casa que a Vivanda que está a cuatro. Lo sé porque como su pan integral, que considero el más rico del Perú. Lo sé porque ya tengo en la puerta de mi cocina el calendario Wong 2008. Lo sé porque acumulo puntos bonus. Lo sé porque fue allí donde batí mi record de estar parado leyendo un libro, con el curioso agregado de ser uno que nunca hubiera leído: El Presente de Spencer Johnson. Lo sé porque ya me comí un panetón Wong en lata con mi familia y uno en bolsa yo solito. "Pero ésta es la copia" y me enseña una hoja con la fotocopia de la carta. Le leo las instrucciones con cuidado hasta que ella entienda. El muñeco se traga el papel que debe.

Wong se vendió al holding chileno Centros Comerciales Sudamericanos (Cencosud) por US$ 500 millones. Lo cual incluye todas sus tiendas Wong, Metro, Eco, American Outlet, Teleticket y otros terrenos para abrir más locales. Eso es bien sabido ya. También que Wong compra 49.75 millones de acciones de Cencosud y se convierte en su socio por US$ 200 millones. Lo cual representa sólo el 2.5% del total de acciones, algo ínfimo. Es por ello que se ha tenido que recalcar que Erasmo Wong tendrá su asiento en el directorio de la empresa chilena, como parte de este acuerdo. También que él seguirá siendo el presidente del directorio de Wong. Es decir un gran negocio para los Wong, tienen 300 millones en el bolsillo, una derrota para los peruanos. ¿Por qué? vamos por algunos puntos:

1. Wong podría haber crecido mucho más. Tiene ventajas diferenciadoras. Sus ventas habían sido este año por casi mil millones de dólares. Seguía creciendo y podría haber entrado a otros países con su propio estilo que le ha valido el reconocimiento internacional por su calidad de servicio y atención.

2. Ya nos han despojado de varias empresas de bandera peruana. ¿Acaso el Sublime es lo mismo después de que Donofrio fue comprada por Nestle? Inkacola tampoco es peruana.

3. Chile nos ha invadido comercialmente. Casi todos viajan en Lan y quién puede gloriarse de nunca haber comprado en Ripley y Saga. Farmacias también. ¡Y hasta tu cama! que compraste a remate en Sodimac. ¿No nos conviene parar la mano un poco?, y dar alguna preferencia (si de mercados libres se trata) a un francés que está bien lejos. ¿Seremos acaso la sucursal de Chile?

4. Los empleados de Wong tendrán que ajustarse a las reglas del nuevo dueño. Cencosud tiene denuncias por mal trato a sus empleados. ¿Recuerdan la casi graciosa noticia de cajeras que tienen que usar pañales para vender más y no abandonar su trabajo por dos minutos? Pues ellos son.

5. Estas empresas grandes privilegian el ingreso financiero y el copamiento de mercados lo cual seguramente afectará la calidad del producto (incluido servicio). Ya lo dijo nuestro gran Marco Aurelio Denegri: "a mayor público, menos calidad. Ni hablar: eso es así".

6. Wong realizaba el tradicional corso peruano por fiestas patrias. ¿Qué ocurrirá ahora? ¿Bailaremos para los chilenos? ¿Nos disfrazaremos para ellos, y pondremos a nuestras bellas mujeres en carros gigantes para celebrarlos? Espero que tengan la suficiente delicadeza de olvidar ese corso.

7. Wong se burla de los peruanos. Nos mintieron. Dijeron que no venderían a los chilenos. Lo negaron más de una vez. Y nosotros hicimos tres hurras por ellos. Los Wong se llenan de algo de plata los bolsillos y al diablo lo demás.

8. Algunos dicen que esto debe verse como un éxito para el Perú. Pues Wong ahora podría internacionalizarse. Wong quizás, pero ¡ya no será peruano!, será chileno. ¿Por qué alegrarse? Nos compraron la marca, ahora es suya y harán lo quieran: exportarla o desaparecerla. Da igual.

Ahora, seamos lo más objetivos: Wong no era un buen negocio si de utilidades se trata, dicen algunos especialistas. Quería crecer más pero ante el poder de otras firmas, no lo habría podido lograr, dicen. Así que decidió vender. Una decisión de empresarios. Ahora, existen dos tipos de decisiones: las correctas y las incorrectas. ¿Realmente cree el señor Erasmo Wong y hermanos que esta fue la decisión correcta? Vamos, y no estamos hablando del Perú, que tampoco parece inquietarlo mucho. Me refiero a si esto es realmente un buen negocio. Ahora es un diminuto accionista con cierto poder mediático devenido del prestigio de su marca. Está en el estómago de la ballena y no hay cómo crecer, porque usted se ha convertido en un montón de células que le hacen un lunar simpático al gigantesco cetáceo. Si quiero verlo así, usted como lunar de la ballena es la ballena también. Bien por usted. Habríamos querido los peruanos tener nuestra propia ballena, y con inteligencia y creatividad todos habríamos ayudado.

Don Erasmo Wong, padre, abrió su pequeña tienda en Dos de Mayo. Dicen que era amable y que le inculcó a sus hijos que lo más importante era atender bien al cliente. Así fue creciendo desde una pequeña tienda hasta lo que es, lo que fue.

Hoy Wong de Dos de Mayo en San Isidro luce apagado a pesar de las cientos de bombillas. No hay música. Se siente el tufo fino de la traición. No he comprado pan integral. Fui a depositar esa carta, y quizás vuelva algunas veces más, pero no será lo mismo. La verdad ya no compraré en Wong.







9 comentarios:

Raul dijo...

Buena reflexión mi estimado Fredy. Yo no soy de los que dejan de comprar por el factor nacionalidad, pero sin duda hay casos que van más allá de las colores de la bandera. Se vienen las consecuencias...

Fernando dijo...

Claro Raúl, hay cosas que van más allá. Titular de El Mercurio: "Empresas chilenas manejan el 10% de todo el comercio en Perú". Y la bajada agrega: "Con Cencosud en el país vecino, las firmas nacionales operan en tiendas fuera de Chile una superficie total de 525 kilómetros cuadrados, esto es 9 veces Manhattan". Chile sí que va más allá. Go Go Go

Anónimo dijo...

El tema es sencillo, el comprador es libre de elegir su opcion de compra, la mia a partir de hoy es Plaza Vea,Vivanda o San Jorge, nunca mas Metro, Wong y menos Totuus

Anónimo dijo...

Chinos tontos, perdieron el activo mas importante de la empresa que era su condicion de peruana. Ahora le han dado este triunfo al enemigo (es el enemigo lo admitan o no algunos tarados)que se burla de nosotros. Yo tampoco volvere a comprar en Wong ni Metro, Plaza Vea es la voz, que ya inicio su expansion al interior del pais.

Anónimo dijo...

wong no es ningun simbolo de peruanidad, porque un simbolo tiene que cubrir todo el ambito nacional, o acaso creen que los pobladores de la frontera con brasil compran en wong y la sienten su segunda escarapela. Hasta cuando vamos a seguir tolerando limeñismos coloniales. ya el CADE se hablaba de eliminar la exclusion. los sanborjinos que creen que san borja es el peru... pobres diablos

Anónimo dijo...

una de los motivos de nuestro atraso es el centralismo... las 45 tiendas de wong en lima ni siquiera son todos WONG y mucha gente no tiene NI IDEA! que metro tambien es de wong.... eso les pasa por no salir mas alla de lince y conocer el peru... terminan hablando tonterias

Fernando dijo...

A ver, no estoy seguro si me toca algo de eso que llamas "limeñisimo colonial". Si lees mi post "El Perú se mueve" verás que no sólo hablo de Wong sino de otras empresas. Y tienes razón no es un símbolo de peruanidad -cosa que no he dicho-, pero sí una empresa de bandera peruana, identificada con nuestros colores, exitosa y muchos se sentían orgullosos de ella. Respecto al centralismo y la frontera con Brasil: ya antes Wong había anunciado que abriría locales en provincias (Arequipa por ejemplo), y ten seguro que con los nuevos dueños lo harán. Así que no creas que la cosa queda sólo en Lima. Ya verás que pronto los grandes supermercados llegarán a más lugares del país, mi iracundo comentarista.

Anónimo dijo...

Si bien el correcto acomodo de las letras y el nostálgico sentimentalismo de la redacción nos conducen a una reflexión que podría ser impecable estimado Fredy, la verdad es que discrepo con tu punto de vista y probablemente con el de muchos compatriotas puesto que, siendo honestos, Wong no es ni ha sido de los peruanos. Probablemente de la familia Wong y hasta ahí. Por más dinero de muchos años que haya sido depositado en él, la confianza y el valor de marca del corporativo Wong es propiedad de los Wong. Ahora de Cencosud. Todavía no dimensiono el nivel de la catástrofe por la que deberíamos sentirnos agraviados todos los peruanos. Vamos, ni siquiera el día en que el panetón Donofro pasó a manos de Nestlé, ni cuando Inca Kola dejó de ser la "bebida de sabor nacional" o cuando la doña pepa inicialmente pasó de Field a Nabisco y a su vez a Kraft o Molitalia o la empresa que sea, como si fuese prostituta que se alquila por fracciones de tiempo. Los peruanos deberían (no digo deberíamos porque no me incluyo) ser un poco más racionales y menos viscerales, comprar en Wong no los hizo más peruanos, o en su defecto, mejores peruanos véanse a un espejo, son los mismos de siempre, los que no tienen memoria histórica, los que eligen a los mismos gobernantes que otrora provocaron la inflación mas escandalosa a nivel mundial. ¿O es que acaso no hay suficientes motivos en la propia patria como para tener que hacer de un supermercado una referencia de identidad nacional? Tristemente parece que no. En lugar de llorar por una marca que finalmente sucumbió a las leyes de la oferta y la demanda lo que deben hacer los peruanos es ponerse a trabajar y dejarse de sentimentalismos mojigatos y mediocres. Si es necesario construir una marca adelante! habrá que hacerlo pero ya estoy cansado de ver a compatriotas llorando por el jarrón caído, mucha palabrería y poca acción. O creen acaso que sus famosos boicots en nombre de una peruanidad hipocritona conseguirá algo? La gente es libre de comprar en donde quiera, habrá quienes sigan comprando en wong habrá quienes compren en plaza vea, habrá quienes compren en gamarra o en la parada. Se me hace demasiado pretensioso sugerir que lo que hace Wong es una traición declarada, tan efectivo como un panfleto comunista en tiempos del cólera ni más ni menos. Yo recuerdo aquellos años lejanos en los que el compañerito Wong iba modosito al colegio Waldorf en donde se educó una parte de mi familia. En aquel entonces su familia de rasgos evidentemente asiáticos no lucía más peruana que cualquiera de nuestras familias y sin embargo varios años después por una decisión de negocios ya son considerados traidores a la patria? Por favor.
Si la nación del sur está creciendo es porque simple y sencillamente están pensando y trabajando en un verdadero proyecto económico de Nación. Y mientras, de este lado de la frontera, más de un 50% de los jóvenes y adolescentes peruanos que tienen hi5 se siente orgulloso de poner en sus perfiles que no les gusta leer. ¿Es así como pretendemos cambiar las cosas?

Fernando dijo...

Manuel: he visto que Ripley de Plaza San Miguel ha cambiado sus antiguos colores grises por un blanco y rojo ¿lo viste? Y, sabes, estas cosas me llaman mucho la atención. No puedo evitarlo. No me gustan ese tipo de contradicciones, de ironías, me huelen mal. Pero ese soy yo. No he hecho ningún llamado a que se adhieran a mí, ni sigan mi ejemplo. Sí lo hacen bien, si no, bueno... Pero sabes, voy a ponerte un ejemplo extremista y quizás me llames estúpido. Si mañana algún país nos declara la guerra y llaman voluntarios, ¿cuántos van? No estoy seguro si iría yo mismo, ¡te das cuenta! El Instituto de Opinión Pública PUCP (septiembre 2007 - Lima) dice que sólo irían un 43%. Resulta que esos 57% no están dispuestos a defender al país. Entonces, estoy de acuerdo contigo en la acción y no las palabras, y también en construir un país, una identidad, pero una se preocupa en mejorar aquello que quiere.
¿Soy un orate al hablar de guerras? ¡En estos tiempos! ¿Así? ¿Acaso no hay guerra en medio Oriente? Una bomba mata cien personas y nosotros encendemos el televisor para ver a Barney. Ni siquiera Timoteo!!