septiembre 10, 2011

Su perro le salvó la vida


"Vete tú, vete para afuera", le pedía Paulina a Canelo, porque ella ya estaba resignada a morir. Pero éste no se iba. Lloraba de desesperación sobre el colchón, que flotaba, y de rato en rato saltaba al agua que la cubría a ella hasta el cuello, luego de que el río se metiera a su cuarto. Y la jalaba de su mandil, "con su trompa", para sacarla afuera, pero ella no podía avanzar.

Canelo es el perro de la familia de Paulina Luna García y tiene dos años. "Yo lo quiero mucho, porque no le pego, le regaño nomás", cuenta la anciana de 73. Lo retan porque es travieso. Le gusta subirse a la cama y "besa" a los niños, cuenta Paulina, que en realidad es pasarles la lengua, como ahora que lame las manos de la anciana que le acarician.

La tarde del lunes estaban los dos en el cuarto de Paulina, de su casa, ubicada en La Sidra. La lluvia era torrencial, y lo que ya había ocurrido en los años anteriores se temía venir. Canelo empezó a aullar y saltar en la cama. Cuando el agua entró a la anciana no le dio tiempo de ponerse a salvo. Sólo se quedó parada junto a la cama.

"Me jalaba con su trompa, brincaba al colchón (que flotaba), y se metía a volverme a jalar. Vete tú, vete para afuera, le decía, para que él se salvara, pero chillaba y no me hacía caso", cuenta Paulina, todavía conmocionada porque pensó que se iba a morir. Y dice que le daba angustia por sus nietos pequeños.

Justo cuando los intentos desesperados de Canelo por obligar a Paulina a salir de la casa se hacían más intensos, entró uno de sus nietos mayores y junto a un vecino empezaron a sacarla, uno de la pierna, le otro del costado, y Canelo, ahora sí, con su hocico mordiendo cerca al hombro de la anciana, para que esta no se hundiera. La cargaban los tres.

Ella recuerda que al llegar fuera de la casa su cuerpo ya no pisaba el suelo, "flotaba como una pluma". Así la rescataron. Pero cuando llegaron a la calle, la corriente iba con más fuerza y Canelo empezó a ser llevado por el caudal de agua. Chilló. Uno de los vecinos lo cogió de una de sus orejas y pudieron finalmente rescatarlo a él también que casi se muere. Todos llegaron hasta las escaleras de una casa de dos pisos vecina, donde pudieron mantenerse a salvo.

¿La salvó su perro?: "Yo digo que sí, que me salvó, porque me decía 'vámonos', así con su 'trompa' y nunca me dejó".

6 comentarios:

Alejandra Guzmán Pulido dijo...

Muchas Felicidades Fredy, admiro tu trabajo ;)

Fernando dijo...

Gracias, Alejandra!!

La Maquinista Yey★ dijo...

Lucky salvará mi vida, estoy segura, confío en él...

Fernando dijo...

Yo lo haría...

la MaLquEridA dijo...

Por eso digo que si pasara algo en nuestra vida estoy segura que mis chihuahuas nos salvarían, ellos intuyen el peligro y son más valientes que muchos humanos, así como el Canelo.


Que bonito relato y que bien contado.


Saludos.

Fernando dijo...

Gracias, sí es cierto. Si lo humano es un virtud, en algunos, o en muchos, casos ellos son más humanos. Un saludo, también. Gracias por tus comentarios.