febrero 03, 2011

El secreto: niño feliz

Los logros académicos de la primaria rural cordobesa Ignacio Zaragoza a nivel nacional, la han convertido en un modelo a seguir en educación escolar, con una fórmula basada en la calidad de vida de sus estudiantes y un compromiso de maestros, padres e hijos


Las niñas y niños de la escuela Ignacio Zaragoza son felices. "Yo estoy muy orgulloso. Mi escuela es un regalo: puedes cantar, jugar, todos somos iguales", comenta Noé Jorge Ernesto Pérez Rosas de 12 años, y alumno del sexto grado. A unos 20 minutos del centro de la ciudad, y ubicada en la congregación rural Rancho San Matías, esta primaria es la número uno del estado de Veracruz y la número dos de toda la República en calidad educativa, según la última prueba de la Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE).
Durante cinco años han destacado en este medidor académico como la escuela número uno de la región, aunque en el 2010 su logro fue mayor, pues alcanzaron la excelencia en el estado y en el país, con 788.53 puntos. De las escuelas oficiales, sólo fueron superados por la Guadalupe Victoria del estado de Durango. ¿Cómo lo lograron?

Poco me enseñarás si no me haces reír
"Nosotros tenemos un reto: enseñarles calidad de vida. No nos interesa tanto que el niño saque un 10, sino que sea feliz. Que se comprenda, que compagine todo lo que lo integra, lo que es la educación, lo que es la familia, los juegos, cantos, eso es lo que queremos que aprenda. Si un niño es feliz, aprende", señala María Eugenia Solís Nieves, directora de la escuela cordobesa.
Mientras ha dejado a sus niños en clase avanzando con una asignación, ella misma es una de los tres docentes, para 120 alumnos, enfatiza en esa idea: "Nos dimos cuenta que los chiquitos están tristes, les falta algo, entonces nos vamos inmiscuyendo y a veces nos damos cuenta de el porqué". Lo que descubren es, muchas veces, un problema familiar. Que buscan resolver junto a los padres.
Gema Hernández, niña de 9 años, ha aprendido algo más valioso que la fecha del día de la bandera -aunque también la conozca-: Le han enseñado a no tener pena de decir las cosas: "Nos ayudan (los maestros) a enfrentar el miedo". A ese tipo de calidad de enseñanza multidimensional se enfoca la escuela. A la directora se le acerca un pequeño para interrumpirla porque no tiene un lápiz de color. Ella voltea hacia abajo, le agarra el rostro, y le dice: "En mi escritorio hay uno, mi vida". Problema resuelto.

Todos hablan lo mismo
En la Ignacio Zaragoza todos hablan del mismo tema. Por ejemplo, ahora están con 'Las plantas, los seres vivos, la reproducción'. Hacen guiones, encuestas, exposiciones, "todo lo que tenga que ver de acuerdo al grado". En estos días irán a hacer una entrevista a un agricultor de la zona. El curso terminará cuando siembren hortalizas. Niños y maestros estudian de forma dinámica, en diferente grado de complejidad. ¿Y la historia?: "Pues el relato de cómo inició la agricultura". ¿Y las matemáticas?: "Pues las medidas del terreno a ser cultivado".
"La nueva reforma (educativa) así es, lástima que no en todos lados se lleva como debe ser", opina la directora. Se le acercan dos niños más, que quieren ir a otro salón. Ella pone voz de general militar y dice: "Se me van adentro, sentados, a terminar el guión", que es una hoja para llenar de aplicación de conocimientos: "Claro, a veces, hay que llamarles la atención, pues sí, son un mundo de niños que hay que instruir".
Otros dos niños están sentados fuera de del salón. ¿Por qué están aquí, están castigados?: "Estamos con el guión, es que adentro no hay lugar". Y es cierto. El salón se hace pequeño para tantos pequeños. El ser una escuela destacada y que empiece a figurar ha aumentado la matrícula. El ciclo pasado eran 76 infantes, ahora ya son 120. La anterior administración municipal les construyó un salón, pero ahora, mencionan, necesitan uno más, además de un techado para su campo de deportes, "para que no nos mojemos cuando llueva y no nos dé el sol", menciona Rosa Alma Rosas de 11 años.

Los niños no faltan, los maestros tampoco
A las ocho de la mañana entran a clases. La hora de salida es a las tres de la tarde. Funcionan como escuela de tiempo completo: allí desayunan y comen. De tres de la tarde a cuatro a los que se les hace complicado aprender algo reciben refuerzo.
Maestros, padres de familia y niños comparten un compromiso de trabajo. Si los profesores tienen que ir en la mañana a un evento entonces trabajan en la tarde y los los padres traen a los menores a esa hora: "Es decir, los niños no faltan en esta escuela. No hay salidas temprano a cobrar (la nómina), ni nada que se le parezca", explica Solís Nieves.
La directora refiere que el reto ahora no es lograr ser la mejor escuela oficial de todo México. "En este año nos llegaron niños, que son buenos, pero que tienen problemas. Nos interesan. Nuestro reto es sacarlos adelante. Algunos tienen problemas familiares, de aprendizaje. La verdad están muy atrasados como vienen, para el nivel de la escuela. Y los estamos tratando de emparejar".

Reportaje publicado en El Mundo de Córdoba el 1 de febrero de 2011.


Jorge Sánches, director de Fandango Films, muestra el reportaje publicado en El Mundo "Secreto: Niño feliz".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Fantastic write-up! It's good for any brand-new blogger in particular me.

Anónimo dijo...

Siempre es un placer leerte y sobretodo en un tema tan real y necesario como la eduacion. Te felicito! Alondra

Fernando dijo...

Mi Alondrilla, sí, el tema educativo es de los importantes. Sabes, esta frase de "Poco me enseñarás si no me haces reir", o algo así, es de nuestro paisano Brayce Echenique. No recuerdo en qué libro la leí, pero siempre me acuerdo de ella y ahora encontré un caso en el que la aplican. Un beso y siempre es un placer saber de ti.