junio 05, 2008

La mentira en el medio ambiente


Créanlo o no el medio ambiente también está compuesto por seres humanos. Y ya que acabamos de celebrar el día mundial del medio ambiente dediquemos este post a la especie que busca destruir el planeta de costa a costa y a toda costa.

Me pregunta mi padre ¿por qué es tan perversa la mentira? Pues porque el deshonesto, dentro de su cabeza -en ese escenario imaginario burdo que le corresponde-, elimina todo lo que le rodea para obtener un resultado a su favor inmediato a través de una realidad falsa. Esto, aunque no parezca fácil de entender, provoca desarreglos al sistema de convivencia universal que casi siempre conducen a graves accidentes para todos. Es quizás oportuno tener en cuenta los siguientes dos aspectos. Uno práctico y cotidiano y otro de orden científico y más riguroso.

Pensemos en la frase muy conocida: "la verdad siempre sale a la luz". Y cuando la verdad se abre paso, ay, cómo le va a la pobre y endeble mentira, se escurre sucia en su propio barro maloliente. El daño, sin mucha exclusividad pero sin fallar, recae en el embaucador. Aquello de la fábula del pastor y el lobo nos habla sobre la pérdida de las ovejas, pero no dice nada sobre el final del embustero pastorcito, para mí que le dieron tremenda paliza. Esopo se ahorró esos detalles.

"El efecto mariposa", en el marco de la teoría del caos, nos habla de lo que puede causar el simple aleteo de una mariposa: un furioso tornado. En el mundo ocurren muchas cosas que no venos. Ya no sólo hablamos de átomos, sino de de neutrinos atravesándonos una y otra vez. Es una locura. Tú lanzas una piedrita al lago, la moneda a un pozo, y realmente puedes esperar que tus deseos se cumplan. Claro, tienes que tener en cuenta que el "ambiente" no necesariamente tiene la velocidad que esperas.

La mentira es una forma de atacar la realidad. De esculpir engendros y destruir órdenes. Los animales ni las plantas andan por ahí inventando cosas. El fraude desgasta ánimos, pierde voluntades y arrastra cambios no previstos en el ambiente. Si es aquí donde estamos todos, en la misma caja de comunes y habituales, sin más dónde ir, ¿a qué sitio podría descargarse esa frustración, esa ira? Esa energía no se pierde, se transforma. La mesa que golpeaste, las lágrimas que derramaste, la sonrisa que ahogaste.

De por sí vamos a un ritmo y al planeta no se le ocurrió que la especie humana tuviera representantes que usaran la imaginación para mandar el mundo a la mierda. Está bien plantar arbolitos. Pero hay que saber si esas manos no andan manchadas de algo y por fertilizante hagan pasar insecticida. La mentira es muy perversa. Y como es una cualidad humana, tanto peor.

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