enero 06, 2008

¿Se acuerdan de Blockbuster?


Hoy iré al cine mágico. Una sala pequeña, para no más de 30 personas. No importa si vas solo o acompañado, pues asientos individuales y grupales están lúdicamente dispuestos en una alfombra azul tan acogedora que no falta quien se eche sobre el suelo -almohada amarilla en la cabeza-, claro, adelante que es donde mejor se mira: porque así la película llega primero a ti. Algunos presentan sus cortos antes de la función, y se hacen sorteos y conversatorios. Se vive y siente el cine. ¿Qué es lo mejor?: es gratis. Sólo tienes que ser socio de Blockbuster; y, por supuesto vivir en el país de nunca jamás.

¿Alguien se acuerda de nuestros amigos de Blockbuster? Casi los había borrado de mi disco, cuando caminando por jirón Quilca me encuentro con el siguiente letrero: películas originales 2 x 15 soles. Entré al local para echar un vistazo e imaginé que este saldo de material cinematográfico legal correspondía a la transnacional que hace como un año nos dejó. ¿Todavía venden en supermercados? Los han visto ahí, me dicen. La piratería los sepultó. Empezaron a cerrar sus grandes tiendas. Sus ingresos empezaron a tener caídas de hasta 50% en menos de un año. En el año 2005 Blockbuster facturó en nuestro país unos US$5 millones, cifra lastimera ante los US$300 millones que hizo la piratería de video y música en el mismo año, según Indecopi.

¿Todo perdido? Pero como bien apunta Fernando Chevarría en su nota publicada en El Comercio habría que comparar el caso de la piratería de libros. Crisol y otras tiendas de libros permanecen con brillo. Tuvieron buenas ideas. Me paso un domingo por su tienda del Jockey y me encuentro con un cuenta cuentos para niños. Me enganchó a mí, así como a decenas de niños (padres incluidos) que se aglomeran para verlo. Me voy a ver una película y oh sorpresa (Ovalo Gutiérrez), mientras espero para ver mi película justo al lado tengo una tienda de libros para pasar el tiempo y quizás comprar algunos títulos.

Ante esto me pongo a pensar ¿qué pudo hacer Blockbuster, para no salir corriendo como un guinea pic? Mi respuesta es el cine mágico. Ocurre lo mismo que con los libros. Hay que buscar maneras de traer a más clientes, de brindar diversidad y novedad. Una tienda de alquiler y venta de videos que además ofrece funciones de cine gratis. Hay que tener en cuenta que en junio del año pasado Blockbuster abrió Blockbuster Cinema en México, pero la idea es otra. Funciona a la manera de Cine Planet. Tiene 11 salas para casi dos mil personas.

¿Se puede contra la piratería? Pues nada de lo que ensaye creo que pueda servir, pues no sería sincero. Debo confesarlo: compro algunas veces videos piratas en Polvos Azules. Lo que nunca podría hacer es comprar un libro pirata. Ah no señor, un libro tiene que oler y saber real. Así que en este punto me decepciono de mí mismo. La verdad el cine mágico es un fraude, pues la gente se hacía socia pero no alquilaba ni compraba. Un desastre. Igual, Polvos Azules corazón, pasaje 17 donde están las películas más caletas.

Digamos que no sirvió la alfombra azul y las almohadas amarillas. Y la verdad esos cortos limeños dejaban mucho que desear.

Blockbuster tiene casi alrededor de 8 mil tiendas en el mundo, pero en el Perú tenemos a cientos de busters (tipos) en cada semáforo ofreciendo los últimos estrenos a un precio diabólicamente tentador: tres luquitas.



P.D: el cine mágico es una invención mía, aunque claro no espero que sea muy original.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Eres psíquico? Has descrito con mucha semejanza la sala privada de Home Theater del Drugstore Dvd de Monterrico. De hecho es el sueño de opio de un cinéfilo rico, con 3,000 pelas originales para escoger, proyección de 25 pies, surround, aire acondicionado, bar y piqueos, sillones que los ubicas como quieres, y en las paredes posters de estrellas clásicas, si quieres te suben máquinas de pop corn o hot dogs como en el cine.
No es cine mágico, es realidad y ya se le ocurrió a alguien.
A un video peruano que sobrevive donde los gringos fracasaron.
(Yo llevé allí a mi hijo invitado a un cumpleaños con proyección de película. Visítalo y sorpréndete.)

Fernando dijo...

Oye, ¡qué interesante! ¿Dónde queda exactamente? Y como digo al final del post no esperaba que mi teatro mágico sea muy original, pero me agrada saber que hay un tipo loco con mucho dinero que puede hacer cosas bacanes. Gracias por el dato.