marzo 15, 2011

Previene México desastre nuclear... con calendario




Por Darío Dávila y Fredy Ruiz
(Información publicada en el Diario El Mundo de Córdoba)

Alto Lucero, Veracruz.- Mientras el mundo se sacude por una alerta nuclear en Japón, en la planta de Laguna Verde de Veracruz, México, las medidas de prevención para desalojar a 109 comunidades en caso de emergencia, vienen en un calendario ilustrado.

En estos lugares, instalados en la periferia de la central nuclear que inició operaciones en 1989, se puede aprender a escapar en caso de una contingencia a través de dibujos que cada año llegan en un paquete de cartón que se reparte en las casas. También regalan gorras, cangureras y loterías para los niños.

Todo forma parte del Plan de Emergencia Radiológica Externo (PERE), de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que es acompañado de instrucciones: “En caso de emergencia radiológica, las indicaciones se darán a través de vehículos y/o helicópteros oficiales con altavoces”.


José González muestra el calendario que le reparte la central nuclear Laguna Verde para que sepa qué hacer en caso de emergencia

Aquí en la zona del municipio de Alto Lucero, se esconden testimonios como el de Claudia Monteros: “Hace cinco meses nos enteramos que los trabajadores (de Laguna Verde) al darse cuenta que no funcionaba un reactor empezaron a pedir a sus familiares que se fueran…”
En los primeros metros de la ruta de evacuación “S1”, situada en la comunidad El Embarcadero, un arroyo ha destruido parte del camino y provoca anualmente que las casas de los habitantes del lugar se inunden.

“Laguna Verde provocó todo esto, pero no nos han apoyado en nada. Queremos que nos ayuden o al menos que no descompusieran aquí la carretera”, cuenta la señora Monteros.

A un kilómetro de ahí, José González, quien trabajó durante 14 años en la planta nuclear, ahora vive de cuidar puercos. Y si de escapar se trata él sólo suelta: “Pues yo corro pa´allá…”

- ¿Eso lo aprendió en el calendario de Laguna Verde?, le pregunta el reportero.

- No –dice señalando un brazo de río que pasa a lado de su casa- eso lo sé yo.

José González, señala las láminas de su casa y dice que de la central nuclear no ha recibido nada. Luego se mete a casa para comer el menú del día: frijoles con salsa.

Carretera atrás, en la comunidad El Puente Rebelde que a través de un letrero en el asfalto presume sus "2" habitantes dice: "Nunca se han acercado aquí (Laguna Verde), sólo nos vienen a dejar cada año el almanaque (calendario) y se van..." (CONTINUARA).

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