junio 09, 2011

El sueño del perro

Tengo que contarles mi sueño del perro. Nooo, jajaja, espérate, primero contéstanos la pregunta. Pero en verdad quiero contarles mi sueño. Bueno, bueno, el sueño del perro, jajaja, Va.
Estaba no sé dónde junto a un grupo de perros. Unos cinco quizás. Y tenía algo de miedo porque creía que me iban a morder. No tenían rostros rabiosos, ni me mostraban los dientes en lo mínimo, pero nunca les había visto antes y no podía fiarme de su reacción; ellos caminando hacia mí en círculos. Lentamente también me acercaba yo y me di cuenta, en paz, que no tendríamos riñas. Les empecé a acariciar, y jugamos, todos tirados en el suelo. Entonces sí abrieron sus hocicos pero para prodigarme lamidas y mordidas que eran un cariño. Luego de un rato de familiarizar, me puse en pie para alejarme del lugar. Me dirigía no sé a donde, ya ven que uno no recuerda regularmente en este estado con precisión detalles ni razones; pero claro, algunas imágenes se nos quedan grabadas como si hubieran ocurrido ayer, hace una hora, hace 33 segundos, con una fuerza tan real que uno podría dudar si realmente no le ocurrió.
Y esto es lo que me pasó a mí: cuando me alejaba del grupo de perros uno de ellos se me subió encima y me abrazó. Aferró sus dos patas delanteras por encima de mis hombros apoyando todo su cuerpo en mi espalda. Su rostro estaba hundido en mi cuello, bajo la nuca, y tenía las patas tan pegadas a mi pecho que era como el abrazo de un niño peludo que quiere jugar a los caballos, que quiere que le lleves a pasear porque no quiere caminar más, o al menos no por ese momento. Fue una sensación única. Sólo posible en este ambiente onírico. ¿Se dan cuenta? En la realidad esto nunca me ocurría... Espera, espera, a mí, mi perro también me abraza. ¡No!, pero no de esta manera, no así con sus patas estiradas, caminando tú libremente sin sostenerlo, y él adherido como una mochila. Realmente el abrazo de un perro. Realmente un abrazo. De verdad... Bueno, ahora les contesto la pregunta...

No hay comentarios: