enero 19, 2008

Del Castillo hunde más a Fujimori



Habría que estar a medio metro de Nakasaki para saber qué le dijo Fujimori al oído cuando terminó el testimonio de Jorge Del Castillo. ¿Me hundió mucho o se puede arreglar?, quizás. Del Castillo fue como se dice criollamente con la pierna en alto. Si lo dejaban hablar más explicaba con detalles cuáles eran las razones obvias por las cuales Fujimori es culpable; aportando en cada argumento documentos y pruebas. No tuvo ningún temor en decirlo todo claro y memorioso, por lo contrario fue implacable y acusó a Fujimori de haber ordenado su secuestro y de haber gobernado un "narcoestado".

El ahora Primer Ministro relató cómo la noche del golpe de estado fue golpeado, encapuchado, encañonado y conducido a una dependencia militar en la que estuvo incomunicado por cinco días. "Yo decía en cualquier momento me muero", declaró con la voz firme pero con la afectación del recuerdo terrible de quien tuvo a la muerte como "inminente". No sólo eso, también aportó documentos que fueron recibidos por los jueces. Uno de ellos firmado por Nicolás Hermosa en que se ordena la detención de personas "por disposición superior". "Entiendo que por disposición superior no puede ser otro que el acusado".

El abogado de Fujimori inició sus preguntas dirigiéndose a Del Castillo como "premier", con la intención (Nakasaki es muy hábil) de incomodar y hacerle ver que lo que se juega en esta mesa tiene mucho de político. Ahí está la amenaza de la bancada fujimorista con sus pedidos de censura o los llamados desaforados y torpemente hormonales de Kenji arengando a la lucha en las calles. Del Castillo al reconocer la ardid del abogado de la defensa tuvo que aclarar ante la sala que se encontraba allí en calidad de ciudadano y no como funcionario del gobierno.

El fiscal José Peláez con su clásica performance suficiente y flemática ha declarado que se está desmoronando la estrategia del acusado. No le falta razón. En lo que va del juicio los sensatos tendrían que opinar que Fujimori es culpable, y que sólo tendríamos que evaluar a cuánto alcanza su culpabilidad y cuál es la correspondencia punitiva que mejor le acomoda. Pero no ahondemos en eso, que falta aún pan por rebanar. Lo que sí, ya que hablamos del fiscal Pelaez: qué bien hace la presencia de los abogados de la parte civil, entre ellos Ronald Ganarra y Carlos Rivera, haciendo las preguntas adecuadas e incisivas.

Del Castillo es seguramente el dirigente aprista que más ha evolucionado, comparado con apristas como Mauricio Mulder o Mercedes Cabanillas. Tiene fama de buen estadista y hasta es voceado como posible candidato presidencial de su partido para el 2011. Sin embargo, hasta ahora podemos ver en la televisión la imitación que de él hace Jorge Benavides en el Especial del Humor: el tonto con atisbos de retrazado mental. No se parece en nada al real. Una de las primeras palabras de Jorge Del Castillo en la sala del juicio a Fujimori se refirió justo a este tema. Él recordó que en la época del golpe de estado se "ridicularizaba" a ciertos políticos en los medios de comunicación mediante los cómicos. En ese momento supe que Del Castillo le iba dar duro a Fujimori. ¿Se imaginan vivir por alrededor de diez años parodiado en la televisión peruana como un estúpido? Eso no le debe gustar a nadie.
Foto: Andina.

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